LOS DOLIENTES OLVIDADOS
Por lo general, tengo la
impresión de que la madre en duelo acapara la atención. Al padre se les exige
proteger a su esposa y mantener el control de la situación. Además, al hombre
en nuestra cultura, le cuesta más expresarse. El duelo es algo que tarde o
temprano debe vivirse. Y mientras más se retrase, peor. 
Por otra parte, los abuelos
creo que viven una doble pena: perder a su nieto y ver con impotencia cómo
sufre su hijo o hija. 
Y el resto de la familia por
igual, todos sufren el duelo, cada uno a su manera, los hermanos, los  tíos, los primos...
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