- 1 de febrero de 2014
Las circunstancias, me hicieron encontrarme ayer en la sala de urgencias de un hospital, lo que jamás imagine, es que iba a revivir en este lugar una experiencia tan traumática de mi vida, pero esta vez solo me toco ser un mero testigo o espectador…
Me vi reflejada en ese padre, allí solo con su pequeña, dándole los médicos por primera vez la noticia, de que su hija tiene un tumor en el riñón.
He visto en el rostro de ese padre, la rabia, la impotencia, la incredulidad, pero también he visto la fuerza, la entereza y la valentía que hace falta para esta lucha... De su boca salían las palabras, que una vez fueron mías, eres muy valiente hija mía, eres una campeona….
Hoy he conocido a una princesa de cuatro añitos, muy valiente, con una sonrisa preciosa, contagiosa y permanente... La cual me ha contado, que le encantan las princesas, y me ha nombrado un sinfín de ellas, esas princesas que aparecen el los cuentos, que su papi lee antes de dormir... Me ha dicho: invéntate el nombre de una princesa, a lo cual respondí, "La princesa Valentina", ella me respondió, regalándome una sonrisa…
Los ojos de la princesa Valentina, tienen el brillo de la alegría y el brillo de la inocencia. Hoy empieza para la princesa Valentina un cuento, donde ella es la principal protagonista, deseo de todo corazón y con toda mi alma, que tenga un final feliz. Aunque se que no será de color de rosa, espero que su cuento sea de esos, en los que se acaba con un…….. "Todos fueron felices y comieron perdices."
Un beso enorme, para la princesa Valentina.
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