MI PAPA
Cuantas veces te espere,
con la vista perdida en la ventana,
cuando al fin alcanzaba a divisarte,
la sonrisa invadía mi rostro,
y a tropezones, con los nervios,
me escondía tras la puerta…
¡BUUUUU!…
Cuanta ternura,
desprendían tus ojos al mírame!
me prodigaste de besos y abrazos,
alguna vez, la emoción te nubló los ojos,
sé que estabas muy orgulloso de mi...!
Cuantas veces,
me diste seguridad,
en las horas de angustia.
Eras mi héroe!
Cuantas veces,
compartiste juegos conmigo,
aprendí mucho contigo,
me hiciste muy feliz.
¡Papi!...
Gracias por ser,
mi mejor amigo!